Educar en positivo
A partir de los 2 años nuestro pequeño comienza a adquirir autonomía, es decir, ser capaz de hacer cosas por su cuenta, ésta autonomía trae beneficios como la confianza en sí mismo y la construcción de su autoestima, pero al mismo tiempo esta misma autonomía se manifiesta en forma de desagradables rabietas cuando nuestro hijo no consigue lo que quiere.
La clave para superar esta difícil etapa está en dejarlo realizar tareas que no sean peligrosas pero que si requieren mucha paciencia de nuestra parte. Vestirse solo, elegir su ropa o comer sin ayuda le dará ese sentimiento de poder que busca constantemente; entonces, será más fácil para ti imponer límites cuando se requieran y tu hijo entenderá que no puede tener SIEMPRE lo que quiere, pero si, A VECES.
Algunas otras cosas que puedes permitir: que elija su cena, que se moje, que se ensucie o se pinte la cara, que elija en el supermercado sus galletas favoritas o que pague la cuenta con tu dinero. Igualmente, cuando veas que se le dificulta realizar alguna actividad, dile que estás ahí si necesita tu ayuda, pero no corras y le arrebates la oportunidad de demostrarse a sí mismo que puede hacerlo.
Es importante también que tu pequeño sepa que estás interesado en él(la) pero que no siempre puedes estar disponible, también tú necesitas descansar, puedes estar ocupado o simplemente ir al baño, díselo. Enseñarle el autocontrol es un proceso lento pero poco a poco aprenderá a aceptar desilusiones y a posponer recompensas.
Ten mente que la paciencia no es ceder, es esperar a que pase la rabieta (contener o consolar) para comunicarte con él, hacerle saber que entiendes lo que siente, ponerle un nombre a ese sentimiento y decirle por qué no puede tener lo que quiere (ej. porque es peligroso, porque es hora de comer, porque se puede romper, porque mamá tiene una cita, etc.)